lunes, 8 de noviembre de 2010

Ante la visita de Benedicto XVI

Para compartir un pedacito del libro Coloquios nocturnos en Jerusalén del Cardenal Carlo M. Martini:
 Usted quiere una Iglesia abierta. Tiene audacia para el riesgo. ¿En qué deposita su confianza para hacerlo?

Sí, quiero una Iglesia abierta, una iglesia cuyas puertas estén abiertas a la juventud, una Iglesia que dirija su mirada hacia un horizonte amplio. La Iglesia no se hará atractiva por adaptación ni por ofrecimientos tibios. Yo confío en la palabra radical de Jesús, esa palabra que nosotros tenemos que traducir a nuestro mundo como ayuda para la vida, como Buena Nueva que Jesús quiere traer. Traducirla no significa hacerla inofensiva. A través de nuestra vida, con el coraje de prestar oídos a la palabra y de dar testimonio de ella, la palabra de Jesús tiene que mostrar su perfil en la actualidad, Jesús quiere aliviar a los cansados y agobiados, quiere señalar a los ricos sus posibilidades y oponerse a los injustos. 
A mi me impresiona el hecho de que Jesús pregunte: "El hijo del hombre, cuando venga ¿encontrará fe en la tierra?". 
No pregunta: ¿Encontraré una Iglesia grande y bien organizada? Sabe valorar también una Iglesia exigua y pequeña, que tiene una fe fuerte y actúa según ella. No debemos hacernos dependientes de guarismos y de éxitos. Así seremos mucho más libres para seguir la llamada de Jesús.

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1 comentario:

Anónimo dijo...

Bueno, el grupo de Málaga, que no pudo estar presente en el encuentro de octubre, intentará trabajar los talleres desde aquí, así que gracias por el material.
Por otra parte, me gustaría compartir con aquellos que trabajan con jóvenes, un material que encontré por casualidad, me parece bastante cercano para los jóvenes...
http://www.miscelaneajoven.com/

Saludos desde Málaga

Mari Carmen