Feliz y fructífero camino de cuaresma . Buena escucha
Podemos decir que todo el mensaje de
Jesús es una llamada al cambio. Algo nuevo se ha puesto en marcha con su
venida. Dios está cerca. Su reinado de justicia, libertad y fraternidad
comienza a abrirse camino entre los hombres. Desde ahora mismo, hay que
creer en esta buena noticia. Hay que reaccionar y vivir de manera
nueva, como hijos de un mismo Padre, como hermanos de todos los hombres.
Se nos pide dar un paso decisivo. Creer
desde el fondo de nuestro ser que somos hijos de un Padre, y que nuestra
felicidad y nuestro último destino es vivir como hermanos,
No se trata de corregir un determinado
defecto o arrepentimos de un pecado concreto. Se nos invita a pasar de
la increencia a la fe, de la pereza a la decisi6n, de la soledad a la
amistad con Dios, del egoísmo al amor, de la defensa de mi pequeña
felicidad a la solidaridad más radical.
Se nos llama a despertar todas las
posibilidades que se encierran en cada uno de nosotros. Se nos anima a
reavivar la capacidad de generosidad, desinterés y fraternidad
adormecidas quizás en nuestro ser.
A veces los cristianos hemos olvidado que
la fe es una llamada a crecer como personas, un estímulo a crear
siempre una vida más humana. Dietrich Bonhoeffer combatía
apasionadamente esa religión estéril y vacía de quienes se conforman con
cualquier injusticia propia o ajena, porque, en definitiva, ya se han
resignado hace tiempo, y viven esta vida sólo con la mitad de su
corazón.
Siempre nuestra vida puede volver a
empezar. Nunca estamos perdidos del todo. Podemos conocer de nuevo la
alegría interior. Somos capaces de volver a amar con desinterés.
Sólo es necesario escuchar la llamada del
Dios vivo que está resonando ya en nuestro «ser interior», es decir, en
esa capacidad de escucha y de respuesta que llevamos todos en nosotros
mismos, quizás sin sospecharla apenas.
Los hombres y mujeres que escuchan esta
llamada comprenden que ya no podrán vivir como antes. Ese Dios que no
era hasta entonces sino un desconocido o una amenaza, se les ha
desvelado.